Fuente: Aleteia
Se celebra en el Vaticano el Congreso Internacional Interreligioso sobre la complementariedad entre hombre y mujer
Este lunes 17 de noviembre ha sido inaugurado en el Vaticano elCongreso Internacional Interreligioso sobre la complementariedad entre hombre y mujer, promovido por laCongregación para la Doctrina de la Fe.
Jonathan Henry Sacks, ex Rabino jefe del Reino Unido y del Commonwealth ha intervenido con una ponencia titulada: “la familia es la institución que más humaniza en la historia”.
Sacks ha sido reconocido por la reina Elisabeth II en 2005 como “caballero” de la corona inglés por ayuda a la comunidad, además es considerado una de las máximas autoridades espirituales y morales de la ortodoxia hebraica en Gran Bretaña. A continuación proponemos algunos extractos del discurso dividido por el autor en 7 momentos.
Desde el aula del Sínodo del Vaticano, Sacks cuenta desde la perspectiva de la religión hebrea, el nacimiento de la reproducción sexual, las necesidades de la crianza humana, el triunfo de la monogamia como una declaración fundamental de la igualdad humana. Seguidamente, define el matrimonio como una visión de la vida moral y religiosa basada en el amor, el pacto y la fidelidad hacía Dios.
Asimismo, asegura que “el matrimonio y la familia” son la casa de la fe y donde la “Presencia Divina vive en el amor entre marido y mujer, padres e hijos”.
La vida necesita de la unión entre masculino y femenino
El primer momento de su exposición lo sitúa en Escocia hace 385 millones de años, cuando la ciencia descubrió “que se había llevado a cabo la primera instancia de la reproducción sexual” entre los peces. Importante, según comentó Sacks, es que la ciencia pensaba hasta ese momento que el origen de la vida era por “división celular”.
La deducción de este descubrimiento - señaló el conferencista - es que “la vida comienza cuando masculino y femenino se unen y se abrazan”.
El hombre es una especie que cuida de la prole
El segundo acontecimiento sorprendente de la vida, mencionó Sacks fue el “Homo sapiens” y su predisposición biológica al cuidado de la prole. Subrayó que el hombre, al contrario de la mayoría de los “primates”, reconoce el cuidado de los hijos de forma natural y social.
Luego, el profesor galardonado por la Universidad de Nueva York explica porque la poligamia en los seres humanos ha fomentado en principio desigualdad, envidia sexual y por consecuencia violencia. En algunas culturas “muchos hombres nunca tenían la oportunidad de tener una esposa y un hijo”.
La poligamia discrimina
El experto en pensamiento hebreo propone que en el primer capítulo de la Génesis existe una revolución que pone de igual a igual a todo hombre y mujer. “Dios hace al hombre a su imagen y semejanza” lo cual contradice cualquier tipo de discriminación que impida acceder al dono de la familia y de los hijos.
“Cada uno de nosotros tenemos la misma dignidad en el reino de la fe bajo la soberanía de Dios”. El conferencista justificó así el dono de tener una familia citando también el pasaje bíblico: “Por eso el hombre dejará a su padre y madre y se unirá a su mujer”.
La monogamia un pacto de amor
Por otro lado, explicó que la monogamia no fue una norma automática incluso en la Biblia, sin embargo en el relato bíblico existe una critica abierta que confluye en un camino hacía la monogamia. “Existe una profunda conexión entre el monoteísmo y la monogamia” sostuvo.
El cuarto momento importante en la historia de la familia y la vida, Sacks lo relaciona a la “monogamia” y la “vida moral”. De nuevo cita la Biblia para explicar los tres amores que justifican el amor fiel entre hombre y mujer: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón…”; “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Y 36 veces se dice en las Sagradas Escrituras “amar al extranjero..”.
De esta manera, el líder religioso justificó la moral del amor en la relación entre marido y mujer también como un acontecimiento divino y con consecuencias sociales, y que se extienden al exterior de la pareja en la relación entre padres e hijos.
La lealtad pacto con Dios
El quinto momento que justifica la vida y el amor de copia abierto al mundo, es el pacto hecho por Dios con su pueblo. El profesor de la Universidad de Yeshiva propone el pacto de Dios “con los hijos de Israel en el Monte Sinaí. Un pacto que es como un matrimonio”.
“Es una promesa reciproca de lealtad y confianza entre dos personas - aseguró Sacks- cada uno debe respetar la dignidad y la integridad de los demás”. Trabajar juntos para lograr lo que ninguno puede lograr solo. “Y hay una cosa que ni siquiera Dios puede lograr por sí solo, que es vivir dentro del corazón humano. Por eso nos necesita”.
Dios necesita del corazón humano para vivir allí
La verdad, la belleza y la bondad - Sacks continuó explicando la sexta idea - “no existen en ninguna persona o entidad, sino en lo que (el filósofo) Martín Buber” llama ‘entre lo ínterpersonal’ que sería el contrapunto de hablar, escuchar, dar y recibir.
“A lo largo de la Biblia hebrea y la literatura rabínica, el vehículo de la verdad es la conversación. En la revelación, Dios nos habla y nos pide que escuchemos […]. En la oración hablamos y pedimos a Dios que escuche. Nunca hay una sola voz”.
En el judaísmo la complementariedad entre hombre y mujer expresan el amor universal de Dios. “En el Cantar de los Cantares, es un dueto entre una mujer y un hombre, el amado y su amante”. “La visión judía es que somos la mitad de alguien y tenemos que abrirnos al otro si queremos convertirnos en un todo”, añadió.
La familia espacio donde vive la fe
En el séptimo punto, el ex Profesor de Derecho, Ética y Biblia en el Kings College de Londres explicó que el hogar y la familia son el escenario central de la vida de la fe. Y cita el pasaje de la Biblia cuando Dios escoge Abraham. "Lo conozco de modo que él instruirá a sus hijos”.
En este sentido, el profesor deduce que “Abraham fue escogido (por Dios) no para gobernar un imperio, un ejército, realizar milagros o difundir profecías, sino simplemente para ser padre”.
Todo esto llevó, según Sacks a que los hebreos se convirtieran en una familia orientada hacía las personas “y esto fue lo que nos salvó de la tragedia”. Y añadió: “Porque (los hebreos) nunca perdieron tres cosas: su sentido de familia, su sentido de comunidad y su fe”.
Este pacto con Dios que se revela en la relación entre las personas y los miembros de la familia se renueva - confirma el profesor - “en el Shabbat, día de descanso cuando damos a nuestros matrimonios y las familias lo que más necesitan y de lo que más nos priva la sociedad contemporánea, es decir, el tiempo”.
Por último, Sacks abre el debate conflictivo entre la vida y la ciencia moderna con una frase que desarrolla en varios años de estudios y publicaciones, pero que resume una parte de su línea de investigación: "La ciencia desmonta cosas para ver cómo funcionan. La religión pone las cosas juntas para ver lo que significan”.
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